Yangshuo (2)
29-08-2007
Hoy tocaba excursión en bicicleta por los alrededores de Yangshuo. Alquilamos las tres bicicletas (10 yuanes cada una por el día completo), y un guía de habla inglesa (100 yuanes). Empezamos a pedalear sobre las 9:30 de la mañana. Nuestro guía nos llevó por caminos, hasta llegar a la cueva del agua. Pagamos la entrada (168 yuanes cada uno, un poco caro) y nos llevaron en furgoneta a la cueva. La entrada se hace en barca, y una vez dentro, se sigue un recorrido andando. Todos íbamos con cascos y chanclas que te dejan en la entrada.
Hoy tocaba excursión en bicicleta por los alrededores de Yangshuo. Alquilamos las tres bicicletas (10 yuanes cada una por el día completo), y un guía de habla inglesa (100 yuanes). Empezamos a pedalear sobre las 9:30 de la mañana. Nuestro guía nos llevó por caminos, hasta llegar a la cueva del agua. Pagamos la entrada (168 yuanes cada uno, un poco caro) y nos llevaron en furgoneta a la cueva. La entrada se hace en barca, y una vez dentro, se sigue un recorrido andando. Todos íbamos con cascos y chanclas que te dejan en la entrada.
Hicimos un recorrido por dentro de la cueva con más gente (todos chinos en nuestro grupo), hasta llegar a las piscinas de lodo. Allí, en unos vestuarios nos pusimos los bañadores (unos que había por allí, qué poco higiénico), y entramos los tres y cuatro chinitas a revolcarnos en el barro. Mientras estábamos en el barro, llegó otro grupo en el que oímos a gente hablar español. Se trataba de cuatro barceloneses, con los que después continuaríamos el recorrido por la cueva. Mientras tanto, dos fotógrafos hacían fotos para intentar vendérnoslas después.
Cuando nos aburrimos de tanto barro, nos duchamos con una manguera que había por allí y esperamos a que terminara el resto de la gente. Los fotógrafos ya habían pasado las fotos a un ordenador y nos las enseñaron. Finalmente compramos dos al precio de 10 yuanes cada una. Cuando terminamos los dos grupos, nos dirigimos los cuatro barceloneses y nosotros junto con una guía a otra parte de la cueva, donde había una piscina de agua. Sólo se bañó uno, a los demás no nos apetecía más agua.
Después del baño, nos dirigimos a la salida de la cueva, por el mismo camino por el que habíamos entrado. Cuando pasamos por las piscinas de barro, recogimos las fotos que habíamos encargado anteriormente. Cuando íbamos a salir de la cueva en barca, vimos que estaba cayendo un buen chaparrón, así que esperamos un poco a que parase. En unos minutos paró, así que salimos, recogimos las cosas que habíamos dejado en las consignas y volvimos en furgoneta a donde habíamos dejado a nuestro guía con las bicicletas.
Le dijimos que nos llevara a comer a algún sitio, así que anduvimos cinco minutos en bicicleta, y llegamos al restaurante. Comimos pollo a la cerveza, pescado y bambú.
Después de comer, volvimos a coger las bicicletas y nos dirigimos a Yangshuo, donde llegaríamos en una hora aproximadamente.
Ya en el hotel, organizamos el día siguiente. Por la mañana harímos rafting (160 yuanes) y por la tarde, el crucero por el río (60 yuanes).
Por la noche (a las 19:30) fuimos a ver una demostración de pesca con cormorán. Resulta bastante curioso. Te llevan en barco hasta la mitad del río, donde hay un hombre en una barca de bambú con siete cormoranes. Los pájaros llevan atada una cuerda al cuello para que no puedan tragar, y otra cuerda en una pata para que el pescador les pueda recoger cuando quiera. El proceso de la pesca es el siguiente: El hombre echa a los cormoranes al agua, y éstos se intentan alimentar. Cuando ve que alguno de los pájaros ha tragado peces, le recoge y le hace echar en un cesto el pez o peces que tiene atascado en la garganta… y otra vez al agua.
Después de aproximadamente diez minutos de pesca, fuimos a la orilla y nos bajamos de nuestra barca. Allí pudimos ver la cesta con la pesca, y quien quiso, se hizo fotos con los cormoranes. En ese momento, aproximadamente media docena de mosquitos cenaron de mi sangre, pese a haberme echado repelente.
Poco después volvimos al embarcedero y decidimos que era hora de cenar. Entramos en un restaurante en el que el personal hablaba poco (o nada) inglés. Pedimos entre otras cosas “braised duck”. La camarera nos dijo por dos veces que beer duck, a lo que dijimos que no. Cuando nos trajeron el pato, vimos que era la cabeza del pato, las patas, y huesos. Les dijimos (como pudimos) que eso no lo íbamos a pagar, y ellos dijeron que sí que lo pagábamos, así que se fue montando un pequeño tumulto en nuestra mesa formado por unas ocho camareras (en cualquier sitio, por pequeño que sea, trabaja al menos una docena de personas), esperando a que pagáramos. Aceptaron rebajarnos 20 yuanes la cuenta, así que por no montar un espectáculo, pagamos y nos fuimos a continuar con la cena en otro sitio. Así fue como acabamos cenando en un mercado al aire libre que se monta todos los días en lo que suele ser una parada de autobuses.
Después de esta segunda cena fuimos a dar una vuelta y buscamos algún sitio para tomar unas cervezas (cosa bastante fácil en Yangshuo, ya que está lleno de bares).Tomamos un par de cervezas y nos fuimos a la cama.
1 comentario:
No tiene mala pinta la comida de la foto, aunque hay cosas que no distingo que puede ser...
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