El viaje de ida
Salimos de Madrid puntualmente el sábado 25 de Agosto a las 10:10. Sobre las 11 nos sirvieron la comida (un poco pronto, pero qué se le va a hacer), y aterrizamos en el aeropuerto de Helsinki algo antes de las 15 hora local (una hora menos en España).
El vuelo a Hong Kong salía a las 16:50, así que nada más salir del avión, nos dirigimos a la puerta de embarque del siguiente vuelo y nos sentamos a esperar hasta las 16:20, hora a la que empezaba el embarque. Minutos antes se empezó a formar una cola compuesta mayoritariamente por chinos, y justo cuando debería empezar el embarque apareció en el monitor el mensaje “New info at 17:30”. El vuelo se retrasaba, pese a estar el avión en la pista desde hacía un buen rato. Como compensación nos dieron a cada uno un vale por 17 euros para gastar en los restaurantes del aeropuerto. En estos momentos fue cuando empezamos a comprobar en nuestras carnes la educación de los chinos. Si tienen que pasar por medio de dos personas separadas por cinco centímetros, empujan y pasan sin problema alguno. Los chinos comprobaron la dureza de mis codos (qué le voy a hacer, no me gusta que me empujen y me revuelvo cuando lo hacen).
Con los vales de 17 euros, comimos unas pizzas y tomamos unas cervezas. Mientras comíamos, el mensaje del monitor cambió. Ahora se retrasaba la nueva información hasta las 19:30. Ya el retraso iba a ser grande…
Minutos después, vimos que el avión era retirado de la puerta de embarque. Así fue pasando el tiempo entre paseos por el aeropuerto y largos ratos sentados, hasta que llegó la hora… y volvieron a retrasar la entrega de información hasta las 20:30. Además, cambiaron la puerta de embarque.
Al final, salimos casi a las 10 de la noche, por lo que llegamos a nuestro destino sobre las 12:30, en lugar de las 7:30 previstas.
Por lo que explicaron una vez que embarcamos, el retraso se debió a un fallo en los sistemas hidráulicos.
El vuelo a Hong Kong salía a las 16:50, así que nada más salir del avión, nos dirigimos a la puerta de embarque del siguiente vuelo y nos sentamos a esperar hasta las 16:20, hora a la que empezaba el embarque. Minutos antes se empezó a formar una cola compuesta mayoritariamente por chinos, y justo cuando debería empezar el embarque apareció en el monitor el mensaje “New info at 17:30”. El vuelo se retrasaba, pese a estar el avión en la pista desde hacía un buen rato. Como compensación nos dieron a cada uno un vale por 17 euros para gastar en los restaurantes del aeropuerto. En estos momentos fue cuando empezamos a comprobar en nuestras carnes la educación de los chinos. Si tienen que pasar por medio de dos personas separadas por cinco centímetros, empujan y pasan sin problema alguno. Los chinos comprobaron la dureza de mis codos (qué le voy a hacer, no me gusta que me empujen y me revuelvo cuando lo hacen).
Con los vales de 17 euros, comimos unas pizzas y tomamos unas cervezas. Mientras comíamos, el mensaje del monitor cambió. Ahora se retrasaba la nueva información hasta las 19:30. Ya el retraso iba a ser grande…
Minutos después, vimos que el avión era retirado de la puerta de embarque. Así fue pasando el tiempo entre paseos por el aeropuerto y largos ratos sentados, hasta que llegó la hora… y volvieron a retrasar la entrega de información hasta las 20:30. Además, cambiaron la puerta de embarque.
Al final, salimos casi a las 10 de la noche, por lo que llegamos a nuestro destino sobre las 12:30, en lugar de las 7:30 previstas.
Por lo que explicaron una vez que embarcamos, el retraso se debió a un fallo en los sistemas hidráulicos.
1 comentario:
buuuu, yastamos, problemas hidraulicos dice ...... todos sabemos k no pagasteis billete y el capitan no tenia txoja pa repostar ..... por cierto, 17 lerus??? juer, y porke no 22,38??? .... en fins .... se m ocurre otra teoria pa lo del avion, y es k llevaba instalada una arkitectura gallega
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