jueves, 20 de septiembre de 2007

Beijing

02-09-2007

Sobre las 6 de la mañana nos despertamos y a las 7:15 llegamos puntualmente a Beijing. Bajamos del tren y seguimos las indicaciones hasta la parada de taxis. Por el camino, se nos ofreció mucha gente a llevarnos en sus “taxis sin taxímetro”, pero preferimos in en uno oficial. Nos dirigimos a nuestro alojamiento, el Leo Hostel, a 500 metros de la plaza de Tiananmen. La habitación costaba 270 yuanes. Como todavía era muy pronto, dejamos nuestros equipajes en el cuarto de las maletas y salimos a ver la plaza de Tiananmen y la ciudad prohibida. Empezamos por la plaza de Tiananmen, que es enorme, y después de pasar por debajo del rostro de Mao, nos dirigimos a las taquillas de la ciudad prohibida. Además de las entradas (60 yuanes), compramos un mapa (3 yuanes).



Estuvimos dentro de la cuidad prohibida algo más de tres horas y salimos por el lado opuesto al de nuestra entrada. Como ya era casi la una de la tarde, volvimos dando un largo paseo hasta nuestro hostal para dejar las cosas en la habitación. Ya que estábamos allí, comimos en el bar del hostal por 64 yuanes entre los tres.



Por la tarde, fuimos al parque de Beihai. Nos dirigimos a la taquilla a comprar las entradas (10 yuanes) y pagamos con un billete de 50. La vendedora nos enseñó una nota en la que ponía en inglés que el billete era falso, así que pagamos con otro y después de darle unas cuantas vueltas, llegamos a la conclusión de que el billete falso nos lo habían dado en el bar del tren. Pagamos con otro billete y entramos. Estuvimos más o menos hora y media recorriendo el parque, tras lo cual, sobre las 19 (ya de noche), decidimos ir a conocer un mercadillo en el que puedes comer todo tipo de bichos. Después de un buen paseo (las distancias en Beijing siempre son grandes aunque en el mapa parezcan poca cosa) llegamos al mercado. Yo fui el más atrevido con una brocheta de larvas de gusanos de sega, Marce optó por serpiente, y miguel, que no quería saber nada de bichos, pidió cordero.



Como no era nada barato (los tres pinchos nos costaron 45 yuanes), decidimos ir andando hacia el hostal y entrar a cenar en cualquier sitio de camino. Como era previsible, llegamos al hostal sin habernos decidido por ningún sitio, así que cenamos allí.
Después de cenar... para qué movernos. Nos quedamos en el bar del hostal a tomar unas cervezas. Todavía no he dicho nada de las cervezas chinas, así que aprovecharé que este post se me está quedando corto. La más celebre es la Tsing Tao, que se pronuncia algo así cono "singdao". A todos los españoles se nos ocurría sin ayuda alguna la gracia de llamarla Chingao... será que no pensamos en otra cosa que en cerveza. La sirven generalmente en recipientes de fácil consumo (0.6 litros), y el precio a lo largo del viaje ha oscilado entre los 3 y los 12 yuanes. Dejo fuera de este rango de precios la chingao especial, de la mitad de volumen, doble precio y mismo sabor.
Esa misma noche, mientras nos estábamos tomando las cervezas, entablamos conversación con otro grupo de viajeros españoles. Entre ellos estaban Joan y Jordi, dos elementos que un buen día decidieron dejar sus trabajos de fotógrafo y bombero, y dedicar un par de años a dar la vuelta al mundo sin prisas. También estaban otros dos chicos de barcelona recién titulados en ingeniería de caminos cuyo objetivo era el mismo que los primeros, pero con un poco de prisa (sólo disponían de seis meses). También había un estudiante alemán (Eric), que había decidido cogerse unas vacacioncillas de siete semanas, y Jason, un irlandés que también estaba de vuelta al mundo. Todos ellos se habían conocido durante el transiberiano o en Mongolia, que son las etapas que habían hecho antes de llegar a China. Todos acababan de llegar a China. Estuvimos un buen rato contando aventuras, de hecho nos dieron las 2 de la madrugada entre historias y chingaos. A esa hora nos fuinos a la cama, quedando con el grupo en vernos al día siguiente para tomar algo y posiblemente ir todos juntos a cenar.

Se pueden ver los detalles, aventuras y fotos del viaje de Joan y Jordi en la página de Joan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que arte que tienes compadre!!

un abrazo desde el Tibet

joan & jordi

Enrique dijo...

Gracias crack.

Un abrazo a los dos de parte de los tres.